El Ideal de Aragón se empezó a publicar en Graus como periódico regionalista agrario en 1930. Fue una iniciativa de Gaspar Torrente durante sus años de residencia en esa villa. Desde ahí, este singular aragonesista saludó alborozado la proclamación de la República, que se concebía bajo las tesis del federalismo, y abanderó en todo momento causas dirigidas a un mayor reconocimiento de Aragón como entidad autónoma. La cabecera se mantuvo activa hasta el verano de 1932, en que se trasladaron sus suscripciones a la revista El Ebro, editada por los aragonesistas de la emigración barcelonesa.
Este proyecto nos ofrece dos elementos: