En 1917, un grupo de aragoneses residentes en Cataluña fundó una organización que cobijaba pensamiento, acción e inquietud en torno a su país de origen. La revista El Ebro difundió el ideario de la Unión Aragonesista de Barcelona y de sus miembros.
La revista es testigo de la crisis del modelo político de la Restauración, planteando soluciones regeneracionistas que pasan por el reconocimiento político de Aragón, con varias vías entrecruzadas: regionalismo, autonomismo, federalismo y nacionalismo.
La economía, la literatura, las propuestas culturales, el tratamiento de la historia... permiten al aragonesismo de El Ebro dar más color a su fondo político e ideológico.
Este proyecto nos ofrece tres elementos: